martes, 27 de julio de 2010

"Por qué los progres perjudican a los que pretenden ayudar (y a todos nosotros)"


La izquierda piensa que la política está para hacer una sociedad nueva. Para ellos, la ideología es una especie de fuerza redentora que nos hará libres. Van por fin a lograr la utopía; van a decidir cómo debe ser el mundo. En una entrevista poco antes de morir, Adolfo Marsillach decía: «Si yo fuera Dios, habría hecho el mundo mucho mejor».

Las políticas de izquierda son siempre coercitivas, siempre se basan en restringir la libertad de la gente (por su bien, claro), y generalmente son contraproducentes. Y lo son sobre todo para aquellos a los que se supone que intentan favorecer. Esto es así porque su razonamiento es ideológico. Se hace tan evidente que hasta ellos mismos lo ven, de modo que rara vez se aplican el cuento. Establecen políticas y medidas obligatorias para todos... siempre que ellos puedan quedar al margen de las consecuencias. Y es que ser de izquierdas está muy bien… si te lo puedes permitir.

Pero Grullo.

1 comentario:

  1. ¿Izquierda?, ¿existe?, yo conozco el Felipismo y el Zapaterismo y ninguno de los dos fenómenos me entrarían en una política de izquierda.
    Evidentemente vivimos tiempos en los que esta mejor visto y mas "moderno" ser de izquierdas pero ya sabes lo que pasa con todos los clichés, que son estúpidos.

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